El buen vínculo con Joe Biden lo pone en serios aprietos al Papa Francisco

Los obispos norteamericanos votarán en los próximos días un documento que impediría al presidente de los Estados Unidos recibir la comunión por estar a favor del aborto. Si lo aprobaran sin atenuantes, Francisco sería víctima de una inquietante rebelión en una institución vertical.


Por Sergio Rubin para TN.

Los gestos y señales que acompañaron la reunión del viernes en El Vaticano confirmaron la muy buena relación que existe entre el Papa Francisco y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Las fotos -que en la Argentina cobraron gran significación desde la visita de Mauricio Macri al pontífice en 2016- los muestran muy sonrientes. Y la duración del encuentro, de 75 minutos, supera ampliamente a la que tuvo la audiencia concedida a otros dos mandatarios estadounidenses, Barak Obama, 50 minutos, y Donald Trump, 30 minutos.

¿Cómo es la relación del Papa Francisco y Joe Biden?

La buena sintonía entre el primer Papa latinoamericano con el segundo presidente norteamericano católico después de John Kennedy no solo es por la coincidencia religiosa, sino también por visiones similares de la vida y la política, y por una clara empatía personal. Una sintonía que tiene una historia que empieza el día en que asumió Francisco en 2013 cuando Biden -siendo vicepresidente- asistió en representación de su país y que siguió en 2015 cuando el Papa ayudó al restablecimiento de relaciones entre EE.UU. y Cuba.

El vinculo se profundizó a nivel personal también en 2015 con ocasión del viaje de Francisco a los Estados Unidos, en que el pontífice se reunió con él y su familia en Filadelfia para confortarlos espiritualmente debido a la por entonces reciente pérdida de un hijo, de 46 años, como consecuencia de un cáncer. Precisamente, un año más tarde ambos volverían a encontrarse en El Vaticano con motivo de un encuentro para trazar estrategias a nivel mundial que promuevan terapias nuevas y accesibles a todos contra el cáncer.

En contraposición con Trump, desde la campaña presidencial quedaron en evidencia las coincidencias de Biden con Francisco en cuestiones como la inmigración y los refugiados, el cambio climático y, más recientemente, el acceso de los países pobres a las vacunas contra el Covid. No tuvo empacho en citar sus encíclicas como fuentes inspiradoras. Pero si bien en lo personal no es partidario, Biden siguió abrazando la histórica línea pro aborto del partido demócrata y rechazando toda mengua de esa práctica.

La relación del Papa Francisco y Joe Biden y la cuestión del aborto

Aunque el aborto es legal en los Estados Unidos desde 1973, a partir del fallo de la Corte Suprema en el célebre caso Roe vs. Wade, los embates para ilegalizarlo o disminuir las causales nunca cesaron y se potenciaron durante la presidencia de Trump, contrario a la interrupción voluntaria del embarazo. En mayo, en Texas se aprobó una ley que prohíbe el aborto después de la sexta semana de embarazo, incluso en caso de violación o incesto. Biden se comprometió a batallar judicialmente contra esa disposición.

El código de derecho canónico dice que todo católico que interviene en un aborto queda automáticamente excomulgado. En el documento “Dignidad para recibir la Sagrada Comunión”, de 2004, el entonces prefecto de la congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Joseph Ratzinger, dice que la excomunión alcanza a quienes consciente y voluntariamente promueven campañas públicas o aprueban la despenalización y/o la legalización del aborto, particularmente siendo legisladores, jueces o autoridades”.

Esta última posición fue siempre motivo de debate en la Iglesia porque hay quienes prefieren que se adopte una actitud pastoral contemplativa hacia los fieles y sus circunstancias. Pero los sectores más conservadores suelen ser intransigentes en este punto. En la Iglesia en los Estados Unidos, donde la mayoría de los obispos lo son, está actualmente en proceso de elaboración un pronunciamiento que impediría a Biden recibir la comunión.

A comienzos de año El Vaticano intentó frenarlo, pero su redacción fue aprobada por amplia mayoría. En setiembre, en el vuelo de regreso de su gira por Hungría y Eslovaquia, el Papa dijo que esa cuestión de la mano de algunos obispos en estos momentos en los Estados Unidos tiene un matiz político, se declaró contrario de las excomuniones -”ya basta”, dijo- y señaló que la eucaristía “no es un premio para los perfectos, sino un don”.

Tras salir de su reunión con el Papa, Biden contó que si bien no se trató el tema del aborto, el Papa le dijo que era “un buen católico” y que podía “seguir comulgando”. Pero los obispos norteamericanos votarán en los próximos días la aprobación o el rechazo del documento. Si lo aprobaran sin atenuantes, Francisco sería víctima de una inquietante rebelión en una institución vertical.

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